Gran interés y alarma generó entre los médicos porteños un brote de peste bubónica en la zona centro de Tampico. Ayer, al filo del mediodía, el Hospital General recibió a un paciente, del sexo masculino, que presentaba un cuadro de neumonía severo e hinchazón en testículos. El Dr. Angel Mengele, a través de exámenes sanguíneos y ablación de genitales, determinó que dicha persona era afectada por una rara variante de la peste.
Al darse a conocer los resultados del Dr. Mengele, las autoridades sanitarias del Estado emitieron una alerta a la ciudadanía para evitar la propagación de dicho mal. Además, personal del Centro de Salud se trasladó al domicilio del afectado para localizar al portador (animales pequeños, basura) de la bacteria que provoca la enfermedad. Sin embargo la casa estaba en condiciones salubres, por lo que se procedió a inspeccionar el inmueble conocido como La Guarda, lugar donde según declaraciones del paciente, este realiza actividades artísticas y felaciones por 100 pesos. los investigadores, efectuando la revisión, encontraron todo tipo de fauna nociva en el interior del edificio, así como una zarigüeya amarrada en el patio trasero. El animal mencionado, aclaró el enfermo, funciona como mascota del grupo de teatro que ahí ensaya; este marsupial algunas veces trabaja como vendedor de cacahuates en las obras que representan. También se reportó que los integrantes del grupo teatral presentaban abultamiento en la entrepierna. Por tal motivo, personal de sanidad procedió a examinar a los presentes y se concluyó que casi todos mostraban inflamación en el área genital; sólo una persona tenía una notable erección, lo que causó desconcierto.
Ante los hechos arriba mencionados, las autoridades comenzaron a bañar a los miembros del grupo y a desinfectar el lugar. Cabe notar que integrantes de la Sociedad Protectora de Animales de esta ciudad, se dieron a la tarea de auxiliar a la zarigüeya buscándole un trabajo digno y bien pagado. Por otro lado, el inmueble donde se hallaron rastros de la bacteria Yersinia Pestis, que ocasiona los bubones, fue restaurado y pronto estará en funcionamiento como rastro de la zona. Finalmente, la enfermedad pudo ser contenida y los afectados lograron salvar sus vidas, no así sus genitales.